viernes, 24 de abril de 2009

Mimetismo

Mimetismo

El mimetismo es un fenómeno que consiste en
que un organismo se parece a otro, con el que no guarda relación, y obtiene de ello alguna ventaja funcional.El objeto del mimetismo es engañar a los sentidos de los animales, induciendo en ellos una determinada conducta. Los casos más conocidos afectan a la percepción visual, pero también hay ejemplos de mimetismo auditivo, olfativo o táctil.


Oruga de geométrido adoptando pose de ramita

Mimetismo y cripsis

El objeto del mimetismo puede ser la cripsis (camuflaje) pero, aunque muchos de los mejores ejemplos lo son a la vez de ambos fenómenos, no deben confundirse ambos conceptos. Muchos ortópteros (orden Orthoptera) y algunos fásmidos (orden Phasmatodea) tropicales parecen hojas, lo mismo que algunas mariposas; el aspecto típico de los Phasmatodea (insectos palo) es el de una ramita o paja. Las orugas de las mariposas de la familia geométridos se posan con el cuerpo rígido adoptando el aspecto de una pequeña rama o pecíolo foliar seco.

Un ejemplar de Chrysolina se ha colocado donde sus colores la camuflan
Mimetismo y aposematismo
En muchas ocasiones coinciden mimetismo y aposematismo. Es el caso de animales inofensivos que imitan a otros peligrosos, como algunas orugas que presentan ocelos espectaculares, manchas pares concéntricas que imitan a un par de ojos abiertos.
Henry Walter Bates observó que en ocasiones una especie inofensiva se asemejaba a otra peligrosa o repugnante y que con esto conseguía eludir la acción de los depredadores. Se llama mimetismo batesiano a este fenómeno. Es el que observamos, por ejemplo, en el caso de las moscas (de las familias Syrphidae y Bombilidae) cuyo aspecto emula el de abejas y avispas. En el grupo de los vertebrados existe un grupo de serpientes de coral, muy venenosas, imitadas en la composición de sus colores por una falsa coral totalmente inofensiva.

Mosca de las flores (Syrphidae), mimética de abeja. Ejemplo de mimetismo batesiano

Mimetismo y reproducción
En algunos casos aposematismo y mimetismo se combinan en plantas para atraer a agentes polinizadores, vectores del polen.
Los ejemplos más notables se dan en orquídeas donde el señuelo puede ser visual, olfativo o alguna combinación de ambos. La orquídea engaña al insecto, generalmente un himenóptero macho, adoptando el aspecto de una hembra y, en muchos casos, emitiendo sustancias olorosas que se asemejan a las feromonas en que se basa la aproximación sexual de esos insectos.

Ophrys speculum es una de las muchas especies mediterráneas de este género que imitan el aspecto de una abeja a los ojos de un macho. La mancha azul evoca el reflejo del cielo sobre las alas paralelas.

Mimetismo no visual
Siendo los seres humanos, y los primates en general, animales dependientes del sentido de la vista, los casos de mimetismo en otros campos sensoriales nos pasan fácilmente desapercibidos, sin ser por ello menos importantes. Un caso notable de mimetismo auditivo lo ofrece la lechuza terrestre o vizcachera (Athene cunicularia), que anida en cavidades del suelo, donde los pollos responden a la aproximación de potenciales enemigos emitiendo un sonido como el del cascabel de una serpiente. En cuanto a los sentidos químicos es conocido el caso de muchas orquídeas (V. imagen de Ophrys) que vierten al aire sustancias miméticas de las feromonas de ciertas avispas o abejas, engañando a los machos, que creen así acercarse a una hembra de su especie.
Lechuza vizcachera o pequén, cuyos pollos ocultos en el suelo imitan el sonido de la serpiente de cascabel.



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